El último día empezó un poco mareados, ya que subiendo un puerto algunos se revolvieron un poco, pero nada importante. Visitamos un hayedo en muy buen estado de conservación, allí vimos huellas recientes, de la noche anterior, del animal emblemático de la zona, el oso.
El resto de la jornada, hasta la vuelta, se resolvió visitando la cueva Huerta, la mayor de Asturias, de bellas formaciones estalactíticas y estalagmíticas, así como una importante colonia de murciélagos protegidos. Todo finalizó realizando un recordatorio de la Prehistoria de Asturias, visitando el museo de la Prehistoria de Teverga.
Desde esta última crónica queremos agradecer a la organización de la Fudación Oso la oportunidad de las experiencias vividas, especialmente a los monitores que nos han acompañado estos días. A Toño, siempre dispuesto a cualquier eventualidad, a Tanya, la amabilidad y complicidad con nuestros alumnos, a Noa, que está empezando y demuestra ganas de enseñar lo que sabe con amabilidad, a Arturo, que en su inmensa sabiduría y ganas de trasmitirla se cabrea si no se le escucha, y sobre todo a Pepin que es el alma de esta experiencia. GRACIAS.
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